La industria de la moda es una de las más creativas, pero también una de las más demandantes en cuanto a recursos naturales, especialmente el agua, estimándose que utiliza alrededor de 215 mil millones de litros de agua al año, esto representa aproximadamente el 4% de la extracción mundial de agua dulce, y hay que sumar que este impacto se agrava por el hecho de que la moda genera también cerca del 20% del agua contaminada a nivel mundial.
Desde el cultivo de algodón hasta el teñido de telas, podemos ver que el consumo de agua en la industria de la moda es alarmante, y que genera un impacto significativo en el medio ambiente. Afortunadamente, cada vez más marcas están adoptando prácticas sostenibles para reducir su huella hídrica. ¿Cómo lo están logrando y qué cambios están implementando para minimizar el impacto en el recurso más valioso de nuestro planeta?
Uso de materiales sostenibles
Una de las estrategias más importantes para reducir el consumo de agua en la industria de la moda es la elección de materiales sostenibles. El algodón, aunque natural, es uno de los cultivos más intensivos en agua, ya que requiere más de 2,700 litros para producir una sola camiseta. Por ello, muchas marcas están apostando por alternativas, como:
Algodón orgánico. Este tipo de algodón requiere un 91% menos de agua en comparación con el algodón convencional, lo que lo convierte en una opción más sostenible para las marcas. Además, evita el uso de pesticidas químicos que también contaminan fuentes hídricas.
Tencel o lyocell. Fibra obtenida de pulpa de madera, que utiliza procesos de producción de bajo impacto hídrico. Este material es particularmente popular entre las marcas de moda ética, ya que combina sostenibilidad con comodidad.
Materiales reciclados. Como poliéster reciclado, que evita el uso de nuevos recursos naturales y agua, además de darle un nuevo propósito a materiales que de otra forma serían desechados.
El cambio hacia materiales sostenibles no solo reduce el impacto ambiental, sino que también fomenta la innovación en la industria textil.
Adopción de tecnologías de teñido ecológicas
El teñido y acabado de telas representa una de las etapas más intensivas en el consumo de agua en la industria de la moda. Tradicionalmente, estos procesos no solo utilizan grandes cantidades de agua, sino que también la contaminan con químicos tóxicos. Para combatir esto, algunas marcas están implementando innovaciones como:
Teñido en seco. Una técnica que emplea dióxido de carbono en lugar de agua, utilizada por marcas deportivas. Este método es particularmente efectivo en tejidos sintéticos.
Técnicas digitales. El estampado digital reduce significativamente el uso de agua y desperdicio de tinta, proporcionando una alternativa limpia a los métodos tradicionales.
Químicos biodegradables. Algunas empresas están utilizando colorantes que no contaminan el agua residual, asegurándose de que los cuerpos de agua cercanos a las fábricas no se vean afectados.
Estas innovaciones no solo disminuyen el consumo de agua, sino que también ayudan a mantener los cuerpos de agua libres de sustancias dañinas, mitigando los daños a los ecosistemas.
Reciclaje de agua en los procesos de fabricación
Otra práctica crucial para reducir el consumo de agua en la industria de la moda es el reciclaje. Muchas fábricas están instalando sistemas que les permiten reutilizar el agua empleada en sus procesos. Esto no solo disminuye el impacto ambiental, sino que también representa un ahorro económico significativo para las empresas.
Plantas de tratamiento internas. Algunas empresas han implementado plantas que purifican el agua utilizada en el teñido, permitiendo su reutilización. Esto es especialmente relevante en zonas con estrés hídrico.
Circuitos cerrados. Fábricas en países como India y China están adoptando sistemas que recuperan hasta el 90% del agua utilizada, un modelo que podría ser replicado a nivel global.
Este enfoque permite que el agua se reutilice varias veces antes de ser desechada, reduciendo drásticamente la demanda de fuentes naturales.
Promoción de la economía circular
El enfoque en la economía circular también está ayudando a las marcas a reducir el impacto del consumo de agua en la industria de la moda. Este modelo implica diseñar productos con materiales duraderos que puedan reciclarse o reutilizarse, disminuyendo la necesidad de producir nuevos textiles que demanden agua. Algunas estrategias incluyen:
- Ropa de segunda mano. Marcas de tamaño mundial están promoviendo programas de reciclaje en sus tiendas. Por medio de campañas publicitarias, ya sea por temporadas o de forma permanente, invitan a los consumidores a llevar prendas o artículos de tela a sus sucursales para que, con ellas, se hagan nuevas prendas. A cambio, se les otorgan puntos o cupones de descuento para futuras compras.
- Colecciones circulares. Algunas marcas están reutilizando retales y desechos de fabricación para crear nuevos productos. Este enfoque no solo optimiza el uso de los materiales, sino que también reduce significativamente la presión sobre los recursos hídricos.
- Reutilización del agua. Las aguas residuales pasan por un tratamiento avanzado diseñado para eliminar colorantes, compuestos químicos y residuos orgánicos, haciéndolas aptas para ser reutilizadas en los procesos de producción. Además, estos sistemas contribuyen a disminuir la necesidad de extraer agua fresca, lo cual es especialmente importante en regiones donde el recurso hídrico es limitado
Este modelo también refuerza el compromiso de las marcas con la sostenibilidad y fomenta una mayor conciencia en los consumidores.
Educación y conciencia ambiental
Muchas marcas están llevando su compromiso más allá de sus operaciones al educar a los consumidores sobre el impacto del consumo de agua en la industria de la moda. Desde campañas de marketing hasta iniciativas en tiendas, estas empresas buscan inspirar a las personas a tomar decisiones más sostenibles.
Algunos ejemplos son:
- Instrucciones para cuidar la ropa. Lavados en frío y menos frecuentes no solamente extienden la vida útil de las prendas, sino que también ahorran agua.
- Transparencia en procesos. Algunas empresas muestran abiertamente cómo optimizan su uso de recursos, lo que genera confianza en los consumidores y motiva a otras marcas a seguir su ejemplo.
Estas acciones demuestran que el cambio no solo depende de las marcas, sino también de las decisiones diarias de los consumidores.
El consumo de agua en la industria de la moda es un desafío significativo, pero el cambio está en marcha. A través del uso de materiales sostenibles, tecnologías innovadoras, reciclaje de agua, promoción de la economía circular y educación ambiental, las marcas están demostrando que es posible crear moda sin comprometer el futuro del planeta.
Como consumidores, también podemos ser parte de la solución al apoyar marcas responsables y adoptar hábitos más conscientes. Cada prenda que elegimos tiene una historia, y al optar por opciones sostenibles, estamos ayudando a escribir un futuro más limpio y justo para todos.
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