Consejos sobre cómo conservar el agua en buen estado

25 febrero, 2025
Ahorro de agua , Ecología , Mi ambiente
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Saber cómo conservar el agua es fundamental para garantizar su disponibilidad en el futuro. El agua es un recurso limitado y su disponibilidad en condiciones adecuadas es clave para la salud humana y el equilibrio ambiental. Sin embargo, debido a la contaminación, el desperdicio y el mal uso, su conservación se ha convertido en un reto global. A continuación, explicaremos cómo conservar el agua en buen estado con algunos consejos prácticos que se pueden aplicar en el día a día. 

Hay que optar por contenedores adecuados con tapa y cierre hermético

Uno de los principales problemas de la conservación del agua es su exposición a contaminantes como polvo, insectos, bacterias o químicos. Para evitarlo, es fundamental almacenar el agua en recipientes adecuados con tapa y cierre hermético, como tinacos y cisternas fabricadas con materiales resistentes y de grado alimenticio.

El uso de tinacos con tapa no solo impide la entrada de partículas y microorganismos dañinos, sino que también evita la proliferación de mosquitos transmisores de enfermedades como el dengue, el zika y el chikungunya. Además, el agua almacenada sin tapa está más expuesta a la luz solar, lo que favorece la formación de algas y bacterias que pueden alterar su calidad y generar malos olores.

Para asegurar una óptima conservación del agua, es recomendable verificar periódicamente que los tinacos y cisternas no tengan fisuras o fugas y realizar una limpieza profunda al menos cada seis meses. También se puede complementar con sistemas de filtrado y purificación para garantizar que el agua almacenada se mantenga apta para el consumo y otros usos domésticos.

Saber cómo conservar el agua adecuadamente en estos contenedores es clave para reducir riesgos sanitarios, evitar el desperdicio y asegurar su disponibilidad en óptimas condiciones por más tiempo.

Se debe filtrar y purificar el agua antes de consumirla

Aunque el agua parezca limpia a simple vista, puede contener microorganismos y sedimentos que afectan la salud. Para asegurarnos de que el agua que consumimos es de buena calidad:

  • Se deben utilizar purificadores de agua domésticos.
  • Se puede hervir el agua antes de beberla, especialmente si proviene de fuentes no tratadas.
  • Usar métodos de purificación como sistemas de ósmosis inversa.

Evita el desperdicio de agua potable

Reducir el desperdicio de agua es clave para su conservación. Algunas acciones sencillas que se pueden implementar son:

Cerrar la llave mientras se realiza el cepillado de dientes. Una acción tan simple como cerrar la llave mientras aplicas la pasta y cepillas tus dientes puede ahorrar hasta 12 litros de agua por minuto.

Usar regaderas de bajo flujo durante la ducha. Este tipo de regaderas limitan la cantidad de agua utilizada sin afectar la presión del chorro, lo que ayuda a reducir el consumo sin perder comodidad. Además, hay que intentar reducir el tiempo de la ducha a menos de cinco minutos para maximizar el ahorro.

Instalar dispositivos ahorradores de agua en grifos y sanitarios. Los aireadores en los grifos y sanitarios de doble descarga permiten un uso eficiente del agua sin comprometer su funcionalidad. Estos dispositivos pueden reducir el consumo de agua hasta en un 50%.

Reparar fugas de agua en tuberías y grifos de inmediato. Una fuga pequeña puede desperdiciar cientos de litros de agua al mes. Revisar periódicamente las tuberías del hogar, ayuda a detectar pequeñas fugas, para arreglarlas lo antes posible, y evitar un desperdicio innecesario de agua.

Recolección y reutilizamiento del agua de lluvia

El agua de lluvia es una excelente alternativa para reducir el consumo de agua potable. Puedes utilizarla para:

  • Riego de jardines y plantas.
  • Limpieza del hogar y lavado de autos.
  • Llenado de sanitarios.
  • Alimentar sistemas de refrigeración evaporativa.

Cada litro de agua que ahorremos contribuye a mantener el equilibrio hídrico del planeta y reduce la presión sobre los ecosistemas acuáticos. Al conocer cómo conservar el agua y aplicar estos consejos, podemos reducir el impacto del desperdicio y contribuir a la sustentabilidad del planeta. 

Razones para cuidar el agua

Conservar el agua en buen estado es crucial por varias razones, entre las cuales destacan:

Salud humana. El acceso a agua potable y saneamiento adecuado es fundamental para la salud y el bienestar de las personas. El consumo de agua contaminada puede causar enfermedades transmitidas por el agua, como cólera, disentería, hepatitis A y fiebre tifoidea.

Ecosistemas. Los ecosistemas acuáticos albergan una biodiversidad única y desempeñan funciones vitales para el equilibrio del planeta. Cuidar el agua implica proteger estos ecosistemas de la contaminación, la sobreexplotación y la degradación, garantizando su función como hábitats naturales, reguladores del clima y proveedores de recursos.

Conservación del agua dulce. La conservación del agua se refiere a todas las actividades, prácticas y técnicas destinadas a utilizar de manera consciente y sostenible el agua dulce disponible, así como a proteger y preservar las fuentes de agua dulce. Solo el 3% del agua en el planeta es dulce, y de esta cantidad, solo el 0.5% es potable y está disponible.

Equilibrio de los ecosistemas. La conservación del agua permite mantener el equilibrio de los ecosistemas, preservar la biodiversidad y así, poder mitigar el cambio climático, según la ONU

Disminución de costos y emisiones. Permite disminuir los costos y emisiones asociados a la extracción de agua potable y el tratamiento de aguas residuales.

Reducción de contaminantes. Según un documento de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México, para la conservación y el cuidado del agua, se debe combatir la huella hídrica disminuyendo el empleo de agentes contaminantes del agua y sustituir fertilizantes, pesticidas y químicos por productos de limpieza biológicos.Saber cómo conservar el agua en buen estado es una responsabilidad de todos.

Aplicando estos consejos, no solo garantizamos su disponibilidad para las generaciones futuras, sino que también protegemos nuestra salud y el medio ambiente. ¡Cada acción cuenta para hacer un uso más responsable de este recurso tan fundamental!

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