La gestión inadecuada de los desechos sólidos, un problema creciente en la era moderna, ha generado graves repercusiones tanto en la salud humana como en el medio ambiente. La contaminación provocada por la basura surge de prácticas deficientes en la recolección y disposición de los residuos generados por la actividad humana. Como expone la ONU, a nivel mundial, se estima que se producen alrededor de 11.2 billones de toneladas de desechos sólidos cada año, contribuyendo alrededor del 5% a las emisiones de gases de efecto invernadero. Aunque este desafío es monumental, se diferencia del cambio climático en que sus soluciones pueden ser implementadas de manera relativamente sencilla.
La cantidad de desechos producidos por la actividad humana han aumentado a pasos agigantados, como resultado del desarrollo económico moderno, pero esto se ha convertido en un riesgo para la salud humana y del medio ambiente. La contaminación por basura se produce por el manejo inadecuado de los desechos sólidos producidos por los seres humanos y sus actividades cotidianas. Los efectos de este tipo de contaminación tienen un impacto local a corto plazo, pero se une a otras fuentes de polución que afectan el aire, el agua y la tierra.
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¿A dónde va nuestra basura?
La contaminación por basura ocurre cuando hay un fallo en la recolección y disposición de los desechos. La basura que producimos en las ciudades es recogida por camiones que la llevan a lugares donde, al menos en teoría, será procesada. Pocos países cuentan con políticas serias de reciclaje de desechos, por lo que la mayoría suele ir a un vertedero, a un incinerador o a un relleno sanitario.
Una buena parte de nuestros desechos van a parar al mar, se estima que cada año acaban en el océano 8 millones de toneladas de plásticos. Puedes leer más sobre la crisis de los microplásticos, el problema que causan estos desechos y más en este interesante reportaje de National Geographic.
Dejar la basura en vertederos a cielo abierto sólo añade otra capa al problema de los malos olores y las plagas de insectos y otros animales, pues al llover, el agua se mezcla con los desechos y forma un caldo tóxico que se filtra en la tierra, alcanzando la capa freática de la que muchos pozos subterráneos se sirven para el riego de cultivos y consumo humano.
Los basureros además tienen un impacto directo en el suelo y el aire, pues desaparece la capa de vegetación, se erosiona el suelo y los materiales inertes y microorganismos pasan a la tierra, haciendo que pierda las propiedades originales, dejándolo muerto.
Por otra parte, la quema de basura si bien pareciera una solución efectiva, requiere inversión en incineradoras, produce polución ambiental por el humo que produce. Además, las cenizas que quedan deben ser dispuestas de forma adecuada, pues son tóxicas.
La solución al problema de la contaminación por basura
Aunque el problema de la contaminación por basura es masivo y global, las soluciones no están tan alejadas de la realidad. Existen diversas propuestas para el tratamiento de los distintos tipos de desechos, como el hongo que descompone plástico, pero en líneas generales estos planes pueden resumirse en dos enfoques: el primero tiene que ver con la disposición adecuada de los desechos y el segundo está relacionado con un cambio en el estilo de vida dentro de la sociedad.
Los rellenos sanitarios, hechos siguiendo normativas adecuadas, pueden ser la solución para disponer de los desechos. Se trata de confinar los desechos en una porción de tierra preparada de forma particular para luego ser compactados. Este sistema minimiza la contaminación y no tiene impacto negativo en el medio ambiente.
En resumen, un relleno sanitario debe hacerse en una zona de tierra arcillosa o con un fondo aislante para evitar el drenaje de líquidos contaminados.
El segundo punto fundamental para acabar con el problema de la contaminación con basura está relacionado con los hábitos de consumo de la población. Tenemos que seguir las 3 R: reducir, reusar y reciclar.
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Las 4R: Reducir, Repensar, Reusar y Reciclar
Se trata de Reducir la cantidad de objetos que se consumen, sobre todo cuando se trata de cosas hechas con plásticos y otros materiales no biodegradables. Esto permite atacar el problema de la basura antes de que comience. Pero el cambio también debería ocurrir a nivel macro, es decir, las empresas deberían utilizar la menor cantidad de recursos y desechos al producir, distribuir y comercializar sus bienes; incluyendo el empaque que llega al consumidor final.
Reusar hace referencia a minimizar la cantidad de basura producida prolongando la vida útil de ciertos objetos. Muchas cosas que van a parar al vertedero pueden ser utilizadas en numerosas ocasiones para otras tareas, incluso esas cosas que ya no utilizas pueden ser útiles para otras personas.
Reciclar es una de las etapas más conocidas. Se trata de emplear ciertos objetos que se desechan como materia prima para la elaboración de nueva mercancía. Aluminio, vidrio, algunos plásticos, papel, cartón y otros pueden ser procesados por centros de reciclaje. Esto requiere una inversión mayor por parte del estado y/o la empresa privada, pero es el tratamiento ideal para los desechos sólidos.
Repensar nuestros hábitos de consumo. Pensar dos veces antes de comprar algo no sólo ayuda al ambiente, sino también a tu economía. En ocasiones, nos dejamos llevar por un descuento, una oferta o algo que vimos en una tienda, sin realmente detenernos a pensar si lo necesitamos.
Estas soluciones son parte de un sistema integral que permitiría modificar la forma en que nos relacionamos con el ambiente, lo que consumimos y los desechos que producimos. El objetivo es crear un sistema cíclico de producción donde todos los involucrados en la cadena de consumo sean partícipes activos. Necesitamos hacer frente a este problema, antes de que perdamos el planeta tal como lo conocemos.
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