Llegó la época favorita de muchos, en especial por las fiestas de Navidad, pero, ¿alguna vez te has preguntado cuál es el impacto que tiene el árbol de navidad? ¿Es mejor tener un árbol de navidad reciclado o un árbol natural?
Cada año, en Estados Unidos solamente, se compran alrededor de 50 millones de árboles de Navidad. En 2017, de un total de 48,5 millones de árboles de Navidad comprados en EE. UU., 27.4 millones eran pinos y 21,1 millones eran árboles de Navidad artificiales. Por otro lado, solo en el Reino Unido, cada diciembre se compran 8 millones de árboles de Navidad.
Según datos de la SEMARNAT, (la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales) en México, se compran alrededor de 2 millones de árboles de Navidad. De estos, 40% son producidos en el país mientras que el resto se importa de Estados Unidos y Canadá.
Este creciente número de familias que decoran su casa con este símbolo decembrino, ha hecho que el impacto ambiental durante esta temporada sea inmenso.
Árbol artificial
Si bien los árboles de Navidad artificiales pueden mantener sus agujas intactas, lo más probable es que estén hechos de productos a base de petróleo como PVC, espuma de poliuretano o acero, que requieren bastante energía para producirse.
Esto significa que, aunque se pueden usar durante muchos años, probablemente no sean reciclables y lo más probable es que después de esos años terminen en un vertedero durante siglos.
Al mismo tiempo, la mayoría de estos árboles artificiales probablemente hayan sido transportados desde China, lo que significa que traen consigo una enorme huella ambiental, ya que los aviones son el medio de transporte que emite más CO2.
Aunque lo más importante es que si ya cuentas con uno de estos árboles, lo sigas usando por muchos años más, e incluso lo heredes a las futuras generaciones. Si llegaras a tirarlo, es muy importante que intentes reciclar el mayor número de sus piezas pues hay algunas partes que sí se pueden reciclar.
Árbol natural
En algunos lugares, la tala de árboles de Navidad en familia es una tradición indiscutible y para quienes los compran, se trata de la fragancia natural de los pinos y la alegría de tener un poco de naturaleza en el interior.
Los árboles naturales pueden ser una opción sustentable si se sabe dónde fueron cultivados. Existen viveros que llevan años dedicándose a vender árboles de Navidad, por lo que saben cuidar la tierra, saben cómo plantarlos y sobre todo, tienen un espacio destinado a esto. Mientras crecen, absorben CO2 y forman un pequeño bosque y con su compra, fortaleces la economía local.
En los últimos años, ha crecido la tendencia de poner un árbol con maceta que permite que después de que lo utilices, se pueda volver a plantar en su hábitat natural. Si vas a comprar uno de estos, es importante que lo hagas con un profesional que te de guía de los cuidados para que así, sí se pueda volver a plantar.
Árbol de Navidad reciclado
De las tendencias más crecientes sobre todo por que dan un toque de modernidad y vanguardismo, son los árboles hechos con materiales reciclados. Estos pueden ser de madera recuperada, cartón, con objetos cotidianos que se tengan en la casa, con ramas secas o todo tipo de materiales.
Esta alternativa no es solo ecológica y asequible, también es una oportunidad de ensuciarse las manos con las artes y las manualidades, usar su creatividad y tal vez pasar un tiempo familiar de calidad.
Sustentabilidad más allá del árbol de Navidad
Una Navidad ecológica no se trata solo del dilema del árbol de Navidad “natural, reciclado o artificial”. Una vez que los árboles están en casa, es importante tener en cuenta decorarlos de forma ecológica.
La elección de guirnaldas de luces LED o de bajo consumo, junto con la selección de modos de parpadeo que consuman menos energía que los estándar, son tareas fáciles para cualquier persona puede realizar para hacer que la Navidad de este año sea un poco más verde.
De igual manera, las esferas decorativas pueden ser fabricadas con papel reciclado, materiales recuperados o con objetos que después puedan ser reutilizados.
Recuerda que las decisiones en torno al menú de Nochebuena también son importantes si estás deseando una Navidad más ecológica. Siempre hay muchos problemas de sostenibilidad en torno a los alimentos que comemos y en Navidad no es diferente, pues se desperdicia muchísima comida.
Recuerda intentar comprar alimentos producidos localmente que tengan una huella de carbono más baja y también prácticas sociales justas. Evita usar los cubiertos y platos de plástico, asegúrate de separar la basura, de reciclar y, por supuesto, ¡tenga cuidado con los regalos que está comprando también!
Ofrecer más experiencias, regalos hechos a mano y apoyar el comercio justo y los productos ecológicos.
Siempre nos gusta puntualizar que la mejor arma para ser sustentables es revisar los hábitos de consumo. Comprar solo lo que es necesario, así como evitar comprar y desechar, reparar los objetos y reutilizar, son acciones que se pueden hacer todos los días para tener un impacto positivo en el planeta.
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