
El agua es uno de los recursos más valiosos y cada vez más escasos en el planeta. En México, esta crisis hídrica se ha intensificado debido a la urbanización acelerada, el cambio climático y el uso ineficiente del recurso. Frente a este panorama, adoptar soluciones sostenibles para cuidar el agua desde casa, no solo es necesario, sino urgente. Una de las estrategias más efectivas y accesibles es el tratamiento de aguas grises.
Este proceso permite recolectar y reutilizar el agua proveniente del lavabo, la regadera y la lavadora, reduciendo significativamente el consumo de agua potable. Una tecnología destacada en este ámbito es el biodigestor, un sistema que permite no solo tratar aguas residuales, sino también generar beneficios ambientales adicionales. Te explicamos cómo funciona, cuáles son sus ventajas y cómo puedes implementarlo en casa.
¿Qué son las aguas grises?
Según un documento de la UNAM, las aguas grises son aquellas que provienen de actividades domésticas como el lavado de manos, la ducha y el lavado de ropa. A diferencia de las aguas negras (que contienen materia fecal y requieren tratamiento especializado), las aguas grises no contienen patógenos en altas concentraciones, lo que las convierte en candidatas ideales para su reutilización, principalmente en el riego de jardines, limpieza de exteriores o incluso en descargas sanitarias.

¿Qué es el tratamiento de aguas grises?
El tratamiento de aguas grises es un proceso mediante el cual se eliminan contaminantes físicos, químicos y biológicos del agua usada, para permitir su reutilización en actividades no potables, como lo menciona la FONATUR en este artículo. Puede realizarse mediante métodos simples como filtros mecánicos o con tecnologías más avanzadas, como sistemas de oxidación, filtros biológicos y biodigestores.
Se puede implementar en comunidades rurales, viviendas, escuelas, oficinas y espacios públicos. Su objetivo principal es reducir el desperdicio de agua potable y disminuir la carga sobre las redes de drenaje y los sistemas municipales de tratamiento de aguas residuales.
¿Cómo funciona un biodigestor?
El biodigestor es un sistema cerrado que trata las aguas residuales de forma natural y segura. Aunque se utiliza comúnmente para tratar aguas negras, también es útil en el tratamiento de aguas grises cuando se instala en conjunto con sistemas de separación y filtrado.
Etapas del proceso del biodigestor:
- Separación de sólidos y grasas. Antes de ingresar al biodigestor, las aguas grises pasan por un separador de grasas y sólidos. Esto evita obstrucciones y mejora la eficiencia del sistema.
- Digestión anaerobia. En el tanque principal del biodigestor, bacterias anaerobias, las cuales no necesitan oxígeno, descomponen la materia orgánica presente en el agua. Este proceso genera lodos y biogás como subproductos.
- Clarificación. El agua tratada sube hacia un compartimento donde se separa de los sólidos sedimentados. En esta etapa, el líquido se vuelve más claro y con menor carga contaminante.
- Salida de agua tratada. El agua clarificada puede enviarse a un campo de infiltración, pozo de absorción o utilizarse para riego de áreas verdes, siempre que cumpla con los parámetros normativos establecidos.
Ventajas del biodigestor para tratar aguas grises
Implementar un biodigestor en el hogar para el tratamiento de aguas grises ofrece múltiples beneficios:
- Reutilización eficiente del agua. Permite el reaprovechamiento de hasta el 50% del agua que normalmente se desperdiciaría, y la cual es ideal para el riego de jardines, limpieza de patios o alimentación de sistemas de descarga sanitaria.
- Reducción en el consumo de agua potable. Disminuye significativamente el uso de agua limpia en actividades que no requieren potabilidad, siendo una gran estrategia para enfrentar la escasez de agua en México.
- Menor impacto ambiental. Reduce la carga sobre los drenajes públicos, y también, disminuye la contaminación de cuerpos de agua al evitar vertimientos sin tratar.
- Bajo mantenimiento y larga vida útil. Los biodigestores modernos están diseñados para operar sin electricidad y requieren mínimo mantenimiento.
- Fácil instalación. Se pueden instalar en casas, escuelas, centros comunitarios y zonas rurales. No requieren obras complejas ni grandes superficies.
¿Cómo implementar el tratamiento de aguas grises en casa?
Para instalar un sistema de tratamiento de aguas grises en el hogar, se pueden seguir los siguientes pasos:
1. Identificar las fuentes de agua gris. Recolectar el agua de la ducha, lavabo y lavadora, evitando mezclarla con el agua de inodoros o cocina, ya que contienen sustancias que la contaminan más.
2. Instalar un sistema de pretratamiento. Usar trampas de grasa y filtros para eliminar residuos grandes, antes de que el agua entre al sistema principal.
3. Integrar el biodigestor. Conectar el flujo de aguas grises al biodigestor. Hay que asegurarse de contar con una ligera pendiente para facilitar el flujo por gravedad.
4. Establecer un sistema de salida. Hay que diseñar un área de infiltración o un sistema de riego por goteo donde se pueda reutilizar el agua tratada.
5. Darle un mantenimiento regular. Se debe retirar los lodos del biodigestor cada cierto tiempo, según recomendaciones del fabricante. También hay que limpiar estos filtros y trampas de grasa con frecuencia.
Recomendaciones para una reutilización segura
Aunque el tratamiento de aguas grises permite reutilizar el recurso, es importante tomar ciertas precauciones:
- Evitar el contacto directo con el agua tratada.
- No usarlas en riego de hortalizas o cultivos para consumo humano.
- No almacenar el agua por más de 24 horas sin tratamiento adicional, para evitar la proliferación de bacterias y asegurarse siempre de que se conserve en buen estado.
- Se debe revisar las normas locales sobre reutilización de aguas en la ciudad.
Impacto económico y ambiental
Adoptar un sistema de tratamiento de aguas grises en casa no solo tiene beneficios ambientales, sino también económicos. Algunas estimaciones indican que una familia promedio puede ahorrar entre 30% y 50% de su consumo de agua potable, como lo indica SEMARNAT en esta investigación, lo que se traduce en una reducción significativa en el recibo del agua.
Además, al reducir la cantidad de agua enviada al drenaje, se disminuye el riesgo de saturación en épocas de lluvia, contribuyendo a una infraestructura urbana más resiliente.
El tratamiento de aguas grises es una herramienta clave para enfrentar la escasez de agua en México desde el hogar. Con la implementación de sistemas como el biodigestor, las familias pueden reducir su huella hídrica, ahorrar recursos y contribuir activamente a la sustentabilidad.
Reutilizar este recurso en el lavabo, la regadera y la lavadora ya no es una utopía: hoy, gracias a este tipo de tecnologías es una realidad que ayuda al uso y cuidado del agua. Adoptar este tipo de soluciones no solo es un acto responsable, sino también una inversión en el futuro del planeta.
0 comentarios