La contaminación plástica en los océanos ha recibido mucha atención últimamente. Sin embargo, estos no son los únicos cuerpos de agua que se han visto afectado. La contaminación de ríos ha aumentado, así como los lagos y manantiales. Estos suelen estar conectados a otras fuentes de agua dulce de dónde obtenemos el agua que bebemos los seres humanos.
Esto ocurre a menudo por los contaminantes que se encuentra sobretodo en los productos domésticos comunes. Incluso en cantidades muy bajas, algunos medicamentos, productos de higiene y pesticidas pueden hacer que los organismos acuáticos cambien su comportamiento o que sus hogares ya no sean habitables.
El problema ha estado en el radar de las autoridades durante algún tiempo, son embargo, las medidas no han sido suficientes. La buena noticia es que a nivel individual, también se puede hacer mucho para evitar la contaminación de ríos con algunos cambios simples en sus hábitos diarios.
- Revisa tus hábitos de consumo. La mayor causa de la contaminación, es por lo que consumimos todos los días, piensa en todo lo que compras, usas y tiras. Según datos de la SEMARNAT en promedio cada habitante genera alrededor de 1.2 kilos de residuos diarios. Si estos no son tratado de manera correcta, reciclados o reutilizados, se convierten en basura, que muchas veces termina en áreas verdes como barrancas, cuerpos de agua, bosques o campos.
Lo mejor que puedes hacer para evitar esto es revisar qué estás consumiendo. Compra sólo lo que realmente necesitas, no uses desechables y separa tus residuos para que puedan ser tratados de manera correcta por los recolectores de basura. Si los llevas a un centro de reciclaje tienes puntos extra.
2. Ten cuidado con lo que tiras por el drenaje. El hecho de que desaparezca no significa que se vaya. No viertas grasa de cocinar o cualquier otro tipo de grasa o aceite en el fregadero. Júntalo en un “frasco de grasa” debajo del fregadero para desecharla junto con los sólidos cuando esté llena o llévala a un centro de reciclaje de aceite.
No tires productos químicos domésticos o agentes de limpieza en el lavabo o inodoro. Evita arrojar pastillas, medicamentos líquidos o en polvo o medicinas por el inodoro. Estos residuos tienen una disposición especial, así que pregunta en tu localidad dónde los puedes desechar.
Evita usar el inodoro como papelera. La mayoría de los pañuelos desechables, envoltorios, trapos para el polvo y otros artículos de papel deben desecharse adecuadamente en una papelera.
El agua que sale del inodoro y el drenaje de las casas puede ser tratada para volverla a utilizar, siempre y cuando no tenga todo lo mencionado anteriormente.
3. Lava menos ropa. Los microplásticos son pequeños fragmentos de plástico de menos de 5 mm de tamaño. Los artículos grandes como los envases de plástico o las llantas suelen ser la fuente, ya que se descomponen en fragmentos cada vez más pequeños con el tiempo hasta convertirse en pequeños trozos de microplásticos que flotan en el agua. Pero la ropa sintética es otra fuente importante. Cada vez que lavas fibras sintéticas, pequeñas partes del material se fragmentarán y se irán por el sistema de agua.
Se ha hablado mucho sobre los problemas causados cuando estos fragmentos son ingeridos por peces u otros animales acuáticos, pero se ha prestado menos atención a los plásticos que lixivian materiales tóxicos a medida que se descomponen en sus componentes originales. Estos productos tóxicos se han relacionado con problemas de salud neurológicos, de fertilidad e inmunológicos.
Por otro lado, al lavar menos ropa también estarás usando una menor cantidad de detergente y de agua.
4. Comprueba si hay productos que son perjudiciales para el ambiente en tu casa. Las tareas cotidianas, como lavarse las manos o cepillarse los dientes, pueden significar que, sin saberlo, está contaminando un río. El gel para manos o la pasta de dientes pueden contener agentes antibacterianos como el triclosán, que imita la hormona estrógeno en los animales y puede inhibir sus sistemas reproductivos así como su capacidad para nadar. Otros productos pueden contener agentes corrosivos y dañinos para los ecosistemas, por lo que lo mejor es preferir productos con ingredientes naturales y menos químicos.
5. Evita los pesticidas. Utiliza productos naturales o técnicas de permacultura para mantener tus plantas libres de plagas.
6. Únete a una brigada de limpieza. Hay mucho trabajo que se puede hacer en las áreas naturales. En la Ciudad de México, en el Río Puerta Grande, en la Barranca de Tarango, todo el mes de noviembre se realizarán esfuerzos para sacar más de 6000 kilos de basura. Puedes buscar a asociaciones civiles como la de Ríos Tarango que estarán a cargo de estas labores de limpieza.
Es demasiado fácil asociar la contaminación de los ríos con las grandes fábricas y la industria pesada, pero nosotros también desempeñamos un papel importante en nuestra vida cotidiana.
Es importante que no le dejemos todo el trabajo a los gobiernos y que con estos pequeños cambios simples empecemos a marcar una diferencia real en la calidad del agua de los ríos, lagunas, mares y otros cuerpos de agua, así como áreas verdes en el país.
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