¿Cómo tener un impacto ambiental positivo sin salir de casa?

El impacto ambiental hace referencia a la alteración del ambiente, así que es posible apropiarnos del término para significar la forma en que colaboramos en la recuperación del ecosistema. Hay quienes se concentran en actividades como reforestar o limpiar una zona pero esto pareciera más difícil durante el confinamiento. Esto no quiere decir que nos quedaremos de brazos cruzados, pues cada una de las cosas que hacemos tienen una repercusión en lo que nos rodea, por pequeña que parezca. Si te preguntas, ¿cómo tener un impacto ambiental positivo sin salir de casa? A continuación, podrás aprender algunas estrategias para lograrlo.

– Pon en práctica las 3 R: reduce, recicla y reutiliza

Estar en casa nos permite reducir los gastos y las compras impulsivas, así que es un buen momento para comenzar a aplicar las 3 R a la vida cotidiana. Reduce tus compras, antes de adquirir algo pregúntate si de verdad lo necesita y si lo usarás. Antes de tirar alguna cosa a la basura, pregúntate si puedes reusarlo de otro modo y en la medida de lo posible, recicla.



Por ejemplo, esos envases de plástico en los que viene la comida cuando pides a domicilio pueden emplearse para almacenar alimento y congelar. Hay latas y vasos plásticos que pueden usarse como macetas, mientras que ropa desgastada puede cortarse para hacer trapos para la limpieza. El agua también puede reutilizarse: emplea la que has usado para lavar o cocer frutas y verduras para regar las plantas. Puedes usar el agua de la bañera para limpiar o descargar el inodoro.

– Reduce la cantidad de basura que produces

Hazte el propósito de reducir físicamente la cantidad de basura que se produce en tu hogar. Esto se puede lograr prestando atención a aquellas cosas que compras: evita comprar frutas y verduras que vienen envueltos en empaques plásticos innecesarios. Si pides comida a domicilio, solicita que no incluyan cubiertos de plástico y trata de reutilizar los envases. Por ejemplo, aquellos hechos de poliestireno pueden cortarse y usarse como fondo en las macetas en vez de los guijarros para mejorar el drenaje. Se creativo y reducirás los desechos que salen de casa.



– Utiliza tus recursos de forma responsable

El agua es un recurso precioso y escaso, que debe ser tratado de forma consciente y responsable. Puedes implementar medidas para evitar que se desperdicie. Comienza revisando y reparando goteos y escapes. Luego presta atención a tu consumo: cierra el grifo siempre que puedas al lavarte la cabeza, al afeitarte, al frotar las manos y enjabonar los platos. Prefiere la duchas cortas y usa sólo los lavajillas y lavadora al máximo de su capacidad.

La energía eléctrica es otro recurso que podemos administrar con responsabilidad. Apaga aquellos aparatos que no estés utilizando, apaga la luz cuando salgas de una habitación y aprovecha la luz natural. No abuses de la calefacción o el aire acondicionado, trata de regular tu temperatura utilizando ropa adecuada a la estación. En la medida de lo posible, evita el uso de la secadora y aprovecha la brisa y el sol para secar la ropa. Desenchufa los aparatos que no uses, para evitar el consumo fantasma.

– Cuida los productos que utilizas

Los productos que usamos para el aseo en casa pueden contener químicos que no se procesan con facilidad y pueden contaminar. Estudia la posibilidad de cambiar a otros productos menos agresivos, biodegradables o naturales que sean igual de efectivos. El vinagre o el bicarbonato pueden ser excelentes sustitutos y que no contaminan, pues son desengrasantes y antibacteriales efectivos. Busca marcas como Desplastifícate, que elimina los envases de plástico en tus productos de limpieza del hogar.

– Ojo con lo que tiras por el desagüe

Todo lo que lanzas al desagüe va a parar a los cuerpos de agua, luego de pasar por una planta de tratamiento. Hay sustancias que no se eliminan por completo con los tratamientos y contaminan las aguas. Un litro de aceite usado puede contaminar 1000 litros de agua, mientras que hay productos de belleza exfoliantes que contienen microesferas que agravan el problema de los microplásticos en el agua. Evita tirar por el desagüe productos de higiene íntima, pañales, preservativos o similares en el inodoro, utiliza un cubo y desecha como corresponde. Vierte el aceite usado en un envase con tapa y deséchalo. Si eres un poco más dedicado, siempre puedes usarlo para hacer jabón casero o llevarlo a un centro de acopio.



Recuerda que cada pequeño acto tiene un impacto ambiental. La forma en que te alimentas, la ropa que utilizas, los desechos que generas. El hecho de estar en casa, por si solo, es una forma de reducir tu huella de carbono pues estás evitando usar transporte terrestre o aéreo, estás consumiendo menos objetos y produciendo menos basura. Tu esfuerzo, por insignificante que te parezca, deja una huella positiva en el ecosistema.

Busca campañas ambientales virtuales: En páginas de crowdfunding como Donadora y Comunal puedes encontrar muchas iniciativas ambientales y sociales para actuar desde casa. Por ejemplo, en Ectagono con una pequeña aportación puedes adoptar o sembrar un árbol, mientras que muchas otras te pueden sumar a algún proyecto.