El Día Mundial de los Océanos es celebrado cada 8 de junio. Este fue instaurado por las Naciones Unidas desde 1992, después de la Conferencia sobre el Medio Ambiente y Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro, Brasil, aunque fue hasta el 2009 cuando se nombró de manera oficial.
Este día se instauró para revalorar la importancia de los océanos en el planeta y para proponer medidas mundiales para cuidarlos y preservarlos. El Día Mundial de los Océanos busca crear conciencia colectiva sobre el deber individual y como sociedad de utilizar los recursos de los océanos de manera sostenible. Durante este día, acuarios, centros de investigación científica, instituciones de investigación, organizaciones y demás actores ambientales, además de comunidades y gobiernos de todo el mundo buscan brindar información que sensibilice sobre la importancia de los mares y océanos.
¿Por qué es importante el Día Mundial de los Océanos?
Los océanos cubren alrededor del 70% de la superficie y son importantes para la vida en el planeta no solo porque producen gran parte del aire que respiramos, más de la mitad del oxígeno del mundo viene de ellos y absorbe 50 veces más dióxido de carbono que nuestra atmósfera.
Los océanos también son importantes porque se encargan de la regulación del clima, ya que transportan el calor desde el ecuador a los polos, regulando nuestro clima y los patrones climáticos. Gran parte de los alimentos que hoy en día consumimos provienen del mar, desde los mariscos y pescados, hasta las algas y la sal, pasando por muchos otros productos. Por si fuera poco, los océanos también nos sirven para actividades de recreación, desde la pesca hasta la navegación y la observación de ballenas, el océano nos brinda muchas actividades únicas.
¿Qué se puede hacer para preservarlos?
1. Asegúrate de que tus residuos son tratados de manera adecuada. Una forma de hacer esto es utilizar menos productos que terminen siendo desechados. Los plásticos que terminan como desechos oceánicos contribuyen a la destrucción del hábitat y enredan y matan a miles de animales marinos cada año. Para limitar su impacto, se deben de utilizar materiales que puedan ser reutilizados y reciclados para evitar que lleguen a los mares. Por ejemplo, tener una botella de agua reutilizable, almacenar los alimentos en recipientes no desechables, utilizar su propia bolsa de tela u otra bolsa reutilizable para las compras y tirar la basura siempre en lugares donde se puede reutilizar o reciclar.
De la misma manera, si visitas alguna playa u otros cuerpos de agua, y realizas alguna actividad, asegúrate de limpiar antes de que te vayas. Llévate tu basura y tírala en un centro de acopio, ya que muchas veces, los botes de las playas pueden derribarse con el viento y la basura terminará regada. De igual forma, si visitas estos lugares no retires ningún elemento natural como piedras, conchas y mucho menos animales.
2. Haz elecciones de pescados y mariscos que tengan practicas seguras y sostenibles. Las poblaciones mundiales de peces se están agotando rápidamente debido a la demanda, la pérdida de hábitat y las prácticas pesqueras insostenibles. Cuando vayas a comprar tu alimento o salgas a cenar, ayuda a reducir la demanda de especies sobre explotadas al elegir mariscos que provengan de la pesca sostenible, respeta la temporada de veda que es cuando se reproducen estas especies y no exijas especies exóticas.
Tu poder como consumidor es súper importante por lo que también debes de evitar comprar artículos que exploten la vida marina ya que ciertos productos contribuyen a dañar los frágiles arrecifes de coral y las poblaciones marinas. Evite comprar artículos como joyas de coral, accesorios para el cabello de carey (hechos de tortugas carey) y productos de tiburón.
3. Predica el cambio en tu comunidad. Si vives cerca de la costa, únete a una sucursal o grupo local y participa en proyectos cerca de casa que ayuden a la preservación de los océanos. Si no vives cerca del mar, comparte información verídica para concientizar a los demás, investiga las políticas oceánicas de los funcionarios públicos antes de votar o apoya proyectos de conservación marina. Considere frecuentar restaurantes y tiendas de comestibles que solo ofrezcan productos del mar sostenibles, y no te calles ante una especie amenazada.
4. Cuida el agua en tu casa. Aún cuando pareciera que el océano no tiene nada que ver con el agua que llega hasta tu casa, están más relacionadas de lo que se piensa. Tristemente, las aguas residuales que no son tratadas de manera correcta, se reincorporan a la naturaleza y los desechos muchas veces terminan en el mar. Es importante que en tu hogar tengas un buen sistema de saneamiento hídrico y que utilices productos amigables con el ambiente en tus actividades para que no dañen los cuerpos de agua cuando terminen por el drenaje.
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