¿Qué es la infiltración del agua en el suelo? Es el proceso a través del cual el riego o agua de lluvia, ingresa al suelo a través de la superficie, hacia sus capas inferiores, en forma vertical y horizontal.
Es importante que el suelo tenga las condiciones adecuadas para que el agua se infiltre en el mismo y llegue hasta los mantos acuíferos, que son una capa en el subsuelo donde se acumula el agua.
Según la Universidad Nacional Autónoma de México, el 35% del agua que consumimos los humanos proviene de los mantos acuíferos. Estos son esenciales, sobre todo en las ciudades donde no hay ríos y no se tienen sistemas adecuados para la captación de la lluvia.
Para sacar el agua que utilizamos, se bombea de estos mantos y se distribute. Sin embargo, hoy nos enfrentamos a un grave problema, pues estos acuíferos se encuentran sobre explotados.
¿Cómo se infiltra el agua?
La infiltración de agua en el suelo es un proceso complejo que depende principalmente del tiempo, del contenido inicial de agua en el suelo así como de la historia del humedecimiento previo, de la conductividad hidráulica saturada, del estado de la superficie del suelo y de los cambios que experimenta durante los riegos sucesivos y demás labores de cultivo, también del aire atrapado durante el proceso de aplicación de agua.
La infiltración varía según la textura del suelo, esta será más rápida en suelos arenosos y más lentos en los arcillosos. Otro aspecto es que tiene directa relación con la velocidad de infiltración, que es el contenido de humedad del suelo al momento del riego.
Afectan distintos factores como lo son:
- Sellamiento superficial: La formación de una fina y compacta capa sobre la superficie del suelo, afecta negativamente la infiltración, al reducir rápidamente la penetración de agua a través de la superficie.
- Compactación del suelo: El laboreo del suelo con implementos, facilita la infiltración. Sin embargo, araduras y rastrajes permanentes hasta una profundidad similar en suelos húmedos con ciertas características de textura, pueden producir una compactación y formación de una capa impermeable denominada “pie de arado”, que afecta negativamente la infiltración.
- Sales del suelo y agua: Las sales que puede contener el agua de riego se van acumulando en el perfil del suelo; algunas pueden ser benéficas al cultivo, sin embargo, hay otras como el sodio que altera la estructura del suelo y tiene un efecto negativo sobre la infiltración.
- Sedimentos en el agua: En algunos lugares las partículas de limo y arcilla que se mantienen en suspensión en el agua de riego, provocan un encostramiento el cual disminuye en forma notoria la infiltración del agua.
- Materia orgánica y rotación de cultivos: La materia orgánica mantiene la porosidad del suelo durante períodos largos, dependiendo del estado de descomposición en que se encuentre. Esto hace que la velocidad de infiltración no se altere y, más aún, que aumente.
- Textura del suelo: La textura o combinación de partículas de arena, limo y arcilla tienen gran impacto en las características del suelo con respecto a la infiltración. Texturas más gruesas, la infiltración será más rápida y texturas más finas tendrán infiltración más lenta.
Los árboles y las plantas, por medio de sus raíces, hacen que el agua de lluvia pueda infiltrarse con mayor facilidad.
Logicamente, si tapamos el suelo con cemento y concreto como sucede en las ciudades, y acabamos con las áreas naturales, este proceso de infiltración se anula.
Es necesario preservar las áreas naturales para recargar los mantos acuíferos
En muchas ciudades del mundo, la escasez de agua es un problema cada vez mayor. El ser humano ha terminado con áreas naturales como bosques y selvas, para construir ciudades y explotar los recursos. Esto ha causado que hoy no tengamos suficiente agua para abastecer a la población.
Es importante poner la atención en los acuíferos y en las medidas para su preservación. Estas son variadas, pero sobre todo se tienen que tomar acciones para preservar las zonas de recarga, se debe de tener la sobre explotación, se deben de aprovechar fuentes alternas como el agua de lluvia y el agua tratada, así como limpiar los ríos y lagunas que naturalmente podrían ser fuentes de abastecimiento sin embargo, actualmente se encuentran contaminadas.
En casa, es necesario que cuidemos y aprovechemos al máximo este recurso. No debemos de tirar ni una sola gota y tenemos que enseñar a todas las generaciones, la importancia del agua y la preservación de las áreas naturales.
0 comentarios