La importancia del agua en la industria alimentaria

28 noviembre, 2023
Ahorro de agua , Escasez de Agua
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De acuerdo a los vestigios arqueológicos e investigaciones explicadas en la CONABIO, hace miles de años los primeros grupos de humanos eran principalmente nómadas, esto significa que se mantenían en constante movimiento en búsqueda de comida.  

Al carecer en ese momento de los conocimientos en técnicas de cultivo de alimentos continuaban viajando hasta encontrar algún sitio donde hubiera comida.

Así, una vez que consumían todo lo disponible reanudaban su camino sin rumbo definido hasta encontrar otro lugar con buenas características para su supervivencia.

Esto cambió una vez que comenzaron a descubrir que podían producir sus propios alimentos con ayuda de las semillas, la tierra, el sol y, por supuesto, el agua.

De esta manera y a lo largo de miles de años las técnicas de cultivo avanzaron y se perfeccionaron, pero los principios siguen siendo los mismos.

Sin embargo, algunas cosas sí que han cambiado y esto tiene que ver con la sobre explotación de las tierras y el agua, y con un constante cambio climático que cada año pone en riesgo a toda la producción agroalimentaria.

Ahora más que nunca la importancia del agua toma un papel relevante en todos los aspectos de la vida humana y sobre todo en la producción de su comida.

El uso del agua en la industria agroalimentaria

Se necesitan de grandes cantidades de agua para la producción de alimentos, ya sean de origen animal o vegetal.

México tiene apenas un 0.1% del agua dulce del planeta y la falta de mantenimiento, inexistencia de nuevas tecnologías de potabilización, las fugas, el desperdicio y la contaminación no hacen sino agravar el problema.

Así, esta poca disponibilidad del vital líquido ha ocasionado que el país sea considerado dentro de los territorios semidesérticos en donde existen sitios con demasiada agua y otros con escasez permanente de ella.

Según datos de la Comisión Nacional del Agua, la agricultura en México utiliza entre el 68 y el 70% del agua disponible, 14% se destina a la producción de energía eléctrica y solo un 10% es reservado para el uso doméstico.

Siguiendo con datos de la CONAGUA, el sector agrícola y ganadero son los que más desperdician agua gracias al uso de infraestructuras de riego ineficientes y a la falta de mantenimiento.

Aunado a esto, las pérdidas de agua por infiltración y evaporación ascienden a más del 60% del agua almacenada para el uso agrícola.

Además, el agua no solamente se utiliza para darle de beber al ganado o para regar la siembra, también se utiliza para mantener limpio las instalaciones y equipamiento como tractores, empacadoras, herramientas, etc.

Aprovechando mejor el agua

Uno de los principales aspectos en los que la industria alimentaria debe enfocar sus esfuerzos de modernización es en las técnicas de riego.

Aunque existen gran cantidad de procedimientos,  en México se utilizan dos principales modalidades: el presurizado y el riego por goteo en sus diferentes vertientes, así como el riego por gravedad.

Este último es el más popular en el país, pero también el menos efectivo pues utiliza canales de distribución del agua hechos a mano que se encuentran a cielo abierto, arriesgándose a una contaminación sencilla y también a la evaporación por efecto del calor.  

El alza de precios de los productos del campo

La importancia del agua en la industria alimentaria no se limita solo a la producción y el ahorro de recursos, tiene que ver con aspectos más allá, afectando también la economía nacional.

La falta de agua es fatal para este sector productivo pues, aunque un cultivo ya se encuentre casi listo para ser extraído, si el agua falta puede estropear todo el proceso logrado hasta el momento.

Agricultores y ganaderos al perder cosechas o cabezas de ganado y no poder cumplir con las cantidades normales de productos que lanzan al mercado deciden subir sus precios para mantener las ganancias y salarios estables.

Este es un efecto normal en la economía a partir de la ley de la oferta y la demanda, pero es generado por un fenómeno natural que el ser humano no puede controlar como lo es la falta de lluvia y la consecuente sequía.

Así, desde 1960 las olas de calor, el cambio climático y la falta de agua han ralentizado la productividad mundial hasta en un 21% y un 40% en algunas zonas tropicales según datos del Consejo Nacional Agropecuario.

Además, en México se sigue dependiendo demasiado de los fenómenos naturales como lo es la lluvia para recargar los mantos acuíferos, los ríos y las presas.

Si bien es cierto que hay muchas plantas potabilizadoras que procesan el agua para su reutilización, la realidad es que en algunos casos resultan insuficientes para la alta demanda que existe de este vital líquido.

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Posibles soluciones

Sin duda, la principal problemática que afronta el campo mexicano tiene que ver con un atraso en la tecnología utilizada para la agricultura que desemboca en un uso excesivo de agua.

Es urgente la modernización de los métodos, así como un mantenimiento a tiempo que puede ahorrar millones de litros de agua, también emplear soluciones de captación de agua de lluvia para su almacenamiento y posterior uso.

Si te interesa conocer más sobre el uso del agua en la industria alimentaria puedes consultar el artículo: “El agua en la agricultura”.

El agua es parte elemental del proceso productivo del campo y una falta de este elemento puede causar daños económicos y alimentarios a la población.

Por estas razones es importante conocer esta información, industria, gobierno y la ciudadanía podemos seguir cuidando el agua para que, el día de mañana, todos podamos seguir disfrutándola.

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