Buscando soluciones para las crisis mundiales, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), proclamó el 16 de octubre Día Mundial de la Alimentación. Celebrado desde 1979, este día propone concientizar sobre el problema mundial de la alimentación y fomentar una lucha contra el hambre, la desnutrición, y la pobreza. Se eligió este día al ser la misma fecha de la fundación de la FAO.
Hacer conciencia del problema de la alimentación va mucho más allá del conocimiento de su existencia. No solamente se refiere a la falta de alimentos en diferentes localidades del mundo, o el exceso de estos en otras, sino también las consecuencias de la desnutrición y las controversias que se relacionan con la distribución, procesamiento, producción, uso de alimentos modificados genéticamente, o cría de animales en mal estado.
Los alimentos pueden unir a los pueblos culturalmente, pero a la vez, el año pasado—2021—aumentó la cifra de personas que padecen de hambre en el mundo hasta pasar los 828 millones de personas (de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, OMS).
El uso de agua en los alimentos
Para hablar de la importancia del agua en la producción de alimentos, es crucial entender lo que es la huella hídrica. Este indicador se utiliza para conocer el volumen total de agua dulce en la producción de bienes y servicios que se consumen. El agua no solamente se utiliza al abrir un grifo, sino que se encuentra involucrada en procesos de producción y es importante contar cada gota que se utiliza, ya sea en máquinas, en las instalaciones de producción, e incluso el consumo de las personas que trabajan en la operación. La importancia de conocer este indicador para todos los procesos humanos radica en poderla reducir lo más posible para cuidar el agua en mayor medida.
El agua potable se utiliza para la producción de alimentos de muchas formas. Se considera al agua potable cuando el agua ha recibido un proceso de saneamiento llamado “potabilización” que la limpia y desinfecta hasta tener un agua que se puede utilizar de manera segura para limpieza, higiene, y cocinar alimentos. Aunque no se recomienda realmente para beber hasta recibir un proceso de purificación, esta agua puede ser utilizada para consumo humano. En este sentido, se puede usar de forma segura en la producción de alimentos
Al utilizarse agua que pasó por un proceso de limpieza y desinfección, la misma huella hídrica y de carbón de la producción de alimentos empieza a aumentar. El riego es el uso principal, sin embargo, se utiliza también en limpieza, saneamiento, y desinfección de los alimentos y de las instalaciones y superficies, así como en la refrigeración o congelación según sea el caso, incluso para hacer hielos.
Una apropiada gestión del agua
Parte de la finalidad de la FAO, en sus tareas diarias, así como en el Día Mundial de la Alimentación, es alcanzar la seguridad alimentaria en todas las personas, lo que significa que pueden acceder regularmente a la cantidad suficiente de alimento para llevar una vida saludable. Aunque principalmente implica erradicar la inseguridad alimentaria y la desnutrición, también es importante una apropiada gestión del agua para el beneficio de esta alimentación.
La adecuada gestión del agua comienza en los primeros procesos de instalación. Cuidar que no haya fugas es solo el principio. Es importante que los sistemas que se utilicen sean de primera calidad, pero sobre todo, que optimicen el uso del agua. Las instalaciones de las industrias alimentarias deben garantizar la provisión de agua, evitando su contaminación. Sus sistemas de distribución y almacenamiento de agua deben ser protegidos con el mayor cuidado para garantizar su correcto funcionamiento. Valerse del uso de la tecnología es crucial para esta tarea gracias a la importancia del agua.
En este sentido, la tecnología cobra gran relevancia para esta gestión y cuidado. Al tener sistemas que puedan medir el uso de agua, además de la requerida de forma precisa, se utiliza solo la que necesita. Sobre todo en el riego, cada planta requiere cierta cantidad de agua distribuida cada cierto tiempo de cierta forma. Con la tecnología se le puede proporcionar el agua que necesita en la forma que la requiere en el tiempo que la utilizará. La inteligencia artificial y el uso del llamado internet de las plantas, ha tenido gran relevancia en los últimos años para poder utilizar la menor cantidad de agua posible.
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La importancia del agua hacia el futuro
El agua no dejará de ser crucial para consumo humano, la producción de alimentos, el cuidado de todo ser vivo, y los procesos naturales del planeta. Cuidar el agua de la contaminación generada por el ser humano, así como de su escasez es cada vez más crítico. Los procesos de distribución y almacenamiento deben ser cada vez más precisos y óptimos, no solo en el uso del agua en la alimentación.
El estrés hídrico que aumenta cada año se nota cada vez más en las sequías que llagan cada vez más seguido. La importancia del agua en sí y su cuidado ya resulta una necesidad para la prosperidad de las nuevas generaciones. El desarrollo de nuevas tecnologías para su cuidado debe ser una prioridad, así como la sensibilización de la crisis mundial sobre este recurso. Cada gota que se ahorra, incluso desde casa, es una gran aportación a la disminución de esta crisis.
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