Seguramente has escuchado la expresión “planeta azul”, que es muy frecuente para nombrar a la Tierra. Y es que el agua es uno de los recursos más importantes de nuestra vida: aproximadamente el 75% de toda la superficie terrestre está cubierta por ese líquido. Aunque pudiera parecer una gran cantidad, menos del 3% de todo ese volumen está disponible para consumo humano y la gran mayoría está congelada en los glaciares.
A diferencia de otros recursos, el agua de nuestro planeta no es renovable, y su volumen en el planeta es constante desde el inicio de los tiempos. Sin importar si está congelada, condensada en las nubes, en el subsuelo o en los ríos, siempre tendremos la misma cantidad de agua para satisfacer nuestras necesidades.
Con este escenario, el cuidado y uso responsable del agua es un hábito que debemos fomentar y fortalecer: este líquido vital es un recurso finito que no hemos preservado adecuadamente. Según estimaciones de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), para 2025 habrá escasez de agua debido al aumento poblacional; es decir que seremos muchas personas, con la misma cantidad de agua que tenemos ahora.
Acciones pequeñas, como lavar nuestros dientes con un vaso de agua, separar la basura, consumir productos locales, y recolectar el agua de lluvia ayudan a disminuir la exigencia de este recurso en las redes gubernamentales y reducen la cantidad de líquido que se necesita para producir los bienes y servicios que utilizamos a diario. Está en nuestras manos preservar el agua para que las generaciones futuras puedan disfrutarla tanto como nosotros.
0 comentarios