Cuando se habla del cuidado del agua generalmente pensamos en acciones como cerrar la llave del agua, tener precaución con las fugas o no derramar sustancias químicas o arrojar basura en los mantos acuíferos. Estas medidas están bien y son una aportación que definitivamente nunca está de más, sin embargo, hay otras que se pueden llevar a cabo.
Es un hecho que el agua es un recurso finito, es decir, que se puede terminar si se utiliza de manera indiscriminada, además de que la población sigue creciendo. Según algunos datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), un litro de agua contaminada puede llegar a dañar hasta ocho litros.
Una de las maneras en las que se puede poner en práctica el cuidado del agua es la disminución del consumo de carnes ya que esta es una de las prácticas que más afecta el uso de este líquido vital, como se ha pronunciado la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) al respecto de este tema.
En términos generales, debemos saber que de toda el agua que hay en el planeta, el 20% es usada en total para la actividad industrial, otro 10% se utiliza en el consumo casero (individual/familiar) y el 70% restante se utiliza en actividades de ganadería y agricultura, es decir, la mayoría del agua que se encuentra disponible en el planeta es usada en este tipo de actividades pero las proporciones no son exactamente iguales.
Para que lo puedas entender mejor y tengas un panorama más claro de las acciones que podrías hacer para el cuidado del agua y comprendas cómo impacta el consumo de carne en la producción de agua es que para realizar la producción de un kilogramo de cualquier semilla como frijoles, arroz, garbanzo o cualquier otra, se deben de emplear aproximadamente 1,500 litros de agua para que la planta crezca a tal medida que logre dar los frutos que se buscan.
En el caso de la ganadería, para producir un kilogramo de carne se requiere diez veces la cantidad que alguna semilla, esto quiere decir que se requieren de 15,000 litros de agua para producir un kilo de la carne de tu preferencia. Por esta razón, por cada kilo de carne que consumes, tenemos 15,000 litros menos que se tienen disponibles para otro tipo de actividades, de ahí que el precio de la carne comparado con un kilogramo de semillas sea tan diferente.
Es cuestión de buscar alternativas
Ahora que ya conoces más de este tema, una de las acciones para el cuidado del agua es consumir menos carne, pero ¿cómo lograrlo? Aquí algunas recomendaciones tanto para tu alimentación como para el cuidado del agua:
- Actualmente existen muchas opciones en el mercado para sustituir la carne, como “carne” de semillas, texturizados de soya u otras raíces que aportan altos niveles de proteína para la dieta diaria, además de ser más económica.
- Verde, ¡siempre verde! Cada vez que tengas un plato de comida frente a ti, privilegia lo que sea en color verde, esto además de ser bueno para tu salud por los nutrientes que aporta a tu cuerpo, ayudarás a la conservación del agua en nuestro planeta.
- Prefiere alimentos que tengan verduras en su preparación; si no puedes evitar el consumo de la carne en su totalidad, apuesta por comer porciones más pequeñas de proteína animal y privilegia el consumo de las verduras en diferentes estilos.
Todo lo que acabas de leer son acciones encaminadas a mejorar tu salud y nutrición, sin embargo, en el fondo son acciones para cuidar el agua, inténtalo y date cuenta que el esfuerzo es de todos.
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