El consumo de agua de los cultivos, actividad derivada de la agricultura, es un tema crítico, dado que este sector es responsable de aproximadamente de entre el 70 y hasta el 80% del uso de agua dulce a nivel global, según datos del Banco Mundial. Este alto consumo se debe a la necesidad de riego y la evaporación asociada con los cultivos, lo que plantea desafíos significativos en términos de sostenibilidad y eficiencia.
Algunos productos agrícolas tienen una huella hídrica considerablemente mayor, lo que genera preocupaciones sobre su sostenibilidad en regiones con escasez de agua. Analizaremos los siete cultivos con mayor consumo de agua para su producción, y el impacto de su cultivo en los recursos hídricos globales.
Arroz
El arroz es uno de los alimentos básicos más consumidos en el mundo, pero también uno de los cultivos más intensivos en agua. Se estima que para producir un kilogramo de arroz se requieren alrededor de 2,500 litros de agua. Este consumo se debe a la necesidad de inundar los campos para evitar plagas y garantizar el crecimiento.
Prácticas sustentables:
- Uso de sistemas de riego por goteo, el cuál es un método altamente eficiente para suministrar agua y nutrientes a los cultivos, con múltiples beneficios:
- Eficiencia hídrica. Permite un uso eficiente del agua, reduciendo pérdidas por evaporación y escorrentía.
- Ahorro significativo de agua. Se estima que este sistema puede ahorrar hasta un 30% de agua en comparación con métodos tradicionales.
- Incremento en la producción. Mejora los rendimientos agrícolas al proporcionar condiciones óptimas para el crecimiento de las plantas
- Implementación de variedades de arroz resistentes a la sequía. La creación y adopción de diferentes variedades resistentes es fundamental para mitigar el impacto del cambio climático en la agricultura. Al mejorar la resiliencia del arroz, se busca no solo asegurar la producción alimentaria, sino también apoyar a los agricultores en regiones vulnerables que enfrentan condiciones climáticas adversas.
Algodón
Las necesidades de agua para el cultivo de algodón varían significativamente según el clima y las condiciones de crecimiento. Según CONAHCYT, el cultivo del algodón (G. hirsutum) es a cielo abierto, y requiere de cuatro a cinco meses de temperaturas altas y constantes durante el crecimiento. En climas desérticos, el algodón puede requerir entre 1,000 y 1,500 mm anuales. En climas más húmedos, esta cifra puede reducirse a 500-760 mm.
A nivel global, se estima que para producir 1 kg de algodón, se utilizan aproximadamente 1,214 litros de agua de riego artificial. Sin embargo, este número puede llegar a ser mucho más alto en ciertas regiones; por ejemplo, en Estados Unidos algunos productores utilizan hasta 3,272 litros por kilogramo.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO por sus siglas en inglés, cuenta con diferentes programas de apoyo técnico y político a los países en desarrollo para impulsar la productividad y crear más oportunidades en la cadena de valor en la producción del algodón, como el Proyecto + Algodón en cooperación con Brasil.
Tips para una producción más eficiente:
- Optar por algodón orgánico que utiliza menos agua. El algodón orgánico requiere menos agua en comparación con el algodón convencional. Esto se debe a que se cultiva en suelos más saludables que retienen mejor la humedad.
- Aplicar rotación de cultivos para mejorar la calidad del suelo y reducir la dependencia de riego intensivo. Es una técnica agrícola que consiste en alternar diferentes tipos de cultivos en la misma área a lo largo del tiempo, mejora la calidad del suelo y reduce las plagas.
Aguacate
El aguacate, conocido como “oro verde” por su popularidad global, también tiene un alto consumo de agua. Se necesitan aproximadamente 2,000 litros de agua para producir un solo kilogramo de este fruto. El estado de Michoacán en México, produce el 30% de la producción mundial de esta fruta, y casi la mitad a nivel nacional, según datos de la UNAM, debido a su suelo y climas, lo cual ha dañado su ecosistema de forma alarmante, por lo que se vuelve urgente buscar formas de mejorar su cultivo.
Cómo optimizar su cultivo:
- Fomentar el uso de agua reciclada para el riego. Fomentar el uso de aguas recicladas para el riego del aguacate no solo es beneficioso desde el punto de vista económico y productivo, sino que también representa una estrategia clave para abordar los desafíos hídricos actuales y promover prácticas agrícolas más sostenibles, ya que reduce el impacto ambiental y tiene sostenibilidad a largo plazo.
- Implementar tecnologías de sensores para evitar el exceso de riego. Existen diferentes tecnologías para crear abonar a un riego más eficiente, cuidando el agua y mejorando el cultivo, como:
Riego inteligente. Implementar sistemas de riego que utilicen sondas de humedad y sensores para gestionar el agua de manera eficiente. Esto incluye la aplicación de un estrés hídrico moderado que puede incrementar la eficiencia del riego y la producción, especialmente en condiciones de baja disponibilidad hídrica.
Microaspersión.Utilizar sistemas de riego por microaspersión para proteger las plantas contra heladas y regular la temperatura, adaptando el diseño del riego a las condiciones climáticas específicas de cada finca.
Café
El café es una de las bebidas más consumidas a nivel mundial, pero también tiene un consumo de agua de los cultivos alto. Para producir un kilogramo de café, según la Universidad Veracruzana, se necesitan entre 15,000 y 21,000 litros de agua, incluyendo el cultivo y el procesamiento. Sugerencias sostenibles:
- Promover la sombra de árboles para reducir la evaporación. La sombra proporcionada por árboles puede ser fundamental para reducir la evaporación del agua en las plantaciones de café. Esta práctica no solo ayuda a conservar el agua, sino que también:
- Mejora la biodiversidad. Los sistemas agroforestales fomentan un ecosistema más diverso, lo que puede ayudar a controlar plagas y enfermedades.
- Aumenta la calidad del café. La sombra puede mejorar las condiciones de crecimiento del café, resultando en granos de mayor calidad.
- Reutilización del agua. Implementar sistemas que permitan la reutilización del agua utilizada en el proceso.
- Tecnologías innovadoras. Adoptar tecnologías que reduzcan el uso de agua, como métodos secos o semi-secos que requieren menos líquido.
- Educación y capacitación. Proporcionar formación a los agricultores sobre técnicas sostenibles que optimicen el uso del agua durante el procesamiento.
Cítricos
Naranjas, limones y otros cítricos también figuran entre los cultivos más demandantes en agua. Esto se debe principalmente al riego constante necesario para mantener los árboles saludables y productivos.
Estrategias para mejorar:
- Uso de coberturas de suelo para mantener la humedad. Las coberturas ayudan a mantener la humedad del suelo, reduciendo la evaporación y mejorando la retención de agua
- Introducir sistemas de captación de agua de lluvia. La recolección y almacenamiento del agua de lluvia puede ser una solución efectiva para complementar las necesidades hídricas durante épocas secas.
- Riego por aspersión. Este tipo de riego puede garantizar que el agua se distribuya uniformemente en los cultivos, permitiendo aplicar exactamente la cantidad necesaria y evitando desperdicios. Además, los sistemas de goteo o microjet permiten que el agua llegue directamente a la zona de las raíces, dejando otras áreas del suelo secas para reducir la evaporación. Estos métodos también se usan como protección contra heladas en cultivos sensibles.
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Azúcar
La caña de azúcar es otro cultivo intensivo en agua. Se estima que para producir un kilogramo de azúcar se requieren entre 1,500 y 3,000 litros de agua, dependiendo de la región y las prácticas de cultivo.
Opciones sostenibles:
- Implementar el riego por goteo. Este método no solo ayuda a conservar recursos hídricos, sino que también puede incrementar la producción y mejorar la calidad del azúcar.
- Rotar cultivos con leguminosas para enriquecer el suelo. La rotación de cultivos con leguminosas no solo mejora la fertilidad del suelo al fijar nitrógeno, sino que también contribuye a un manejo más sostenible de los recursos agrícolas, favoreciendo una producción más saludable y eficiente.
Almendras
Las almendras son conocidas por su alto consumo de agua, especialmente en regiones como California, donde la mayoría de las plantaciones dependen del riego. Se necesitan aproximadamente 3,000 litros de agua para producir un kilogramo de almendras.
- Prácticas para reducir el impacto. Uso de sensores de humedad en el suelo, los cuales son dispositivos diseñados para medir el contenido de agua en el suelo, lo que es crucial para la agricultura y el manejo de recursos hídricos. Su funcionamiento se basa en diferentes principios físicos y tecnologías; existen los siguientes:
- Sensores Capacitivos. Estos sensores miden la capacitancia entre dos electrodos insertados en el suelo. La capacitancia varía según la humedad del suelo: un suelo húmedo tiene una capacitancia baja, mientras que un suelo seco presenta una capacitancia alta. Esto se traduce en una señal analógica que puede oscilar entre 0V (suelo muy húmedo) y 5V (suelo muy seco).
- Reflectometría de Dominio en Tiempo (TDR). Este método implica emitir un pulso electromagnético a través del suelo y medir el tiempo que tarda en reflejarse. La velocidad del pulso varía con la humedad del suelo, permitiendo calcular su contenido hídrico.
- Conductividad Eléctrica Aparente (CE). Algunos sensores utilizan la conductividad eléctrica del suelo para inferir su humedad. A medida que aumenta la humedad, la conductividad también lo hace, lo que se traduce en una lectura eléctrica que indica el nivel de agua disponible
Cultivo en zonas con precipitaciones más frecuentes para reducir la dependencia del riego. Algunos de los múltiples beneficios son como el aprovechamiento eficiente del agua de lluvia, que reduce la dependencia de riego artificial y disminuye costos; mejora la fertilidad del suelo al facilitar la absorción de nutrientes; y aumenta la resiliencia ante sequías imprevistas al mantener una mayor humedad en los cultivos. Además, ayuda a prevenir la erosión del suelo mediante la cobertura vegetal, fomenta un ciclo virtuoso de nutrientes al incrementar la materia orgánica y permite la captación y almacenamiento de agua, promoviendo así una gestión más sostenible de los recursos hídricos.
La producción de alimentos y fibras es esencial, pero también debemos considerar el impacto del consumo de agua de los cultivos, llevando a cabo acciones como reducir el desperdicio de alimentos; adoptar tecnologías de riego eficiente y apoyar la agricultura sostenible son pasos clave para garantizar que el agua siga siendo un recurso accesible para todos. Las prácticas descritas aquí no solo optimizan el uso del agua, sino que también promueven una agricultura más responsable y sostenible.
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