Para realmente entender lo que significa el consumo sustentable, es importante conocer su definición. Aunque no es tan grande la diferencia entre sustentabilidad y sostenibilidad, es importante hacer la distinción al trabajar en un consumo sustentable. La sostenibilidad tiene una visión más global refiriéndose a un avance social y económico que pueda asegurar una vida sana y productiva a futuro. Fomenta que las generaciones futuras satisfagan sus necesidades
Por otro lado, la sustentabilidad es buscar hacer un uso adecuado de los recursos sin poner en peligro a generaciones futuras, en la búsqueda de un desarrollo que no cuide los recursos naturales. Se enfoca más en buscar utilizar y cuidar los recursos de forma óptima para no generar desperdicios ni residuos
En los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) se plantea en el ODS 12 Producción y consumo responsables, “garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles”. Principalmente se destaca para la producción responsable “hacer más y mejor con menos” y no optar por la degradación del medio ambiente para crecer económicamente. Se relaciona el consumo y producción sostenibles con la mitigación de la pobreza y el crecimiento de economías verdes y bajas emisiones de carbono.
En este sentido, el consumo responsable y sustentable tiene repercusiones en muchas más áreas del desarrollo de la humanidad. Al cuidar los recursos se tienen más alimentos que no se desperdiciaron, más recursos naturales disponibles, menos residuos al momento de reciclar. Se optimizan los recursos utilizando sólo mínimo necesario. Según la ONU, un tercio de los alimentos que se producen (alrededor de mil trescientas toneladas) se desperdician en contenedores y minoristas por malas prácticas de transporte y almacén.
Es importante notar que es muy difícil lograr algo sin hacer conciencia de forma personal. Poco a poco se debe integrar el consumo sustentable como una forma de vida en la que ya no se vea otra opción que no sea cuidar los recursos disponibles. Todo lo que se haga debe ser con la mentalidad de utilizar sólo lo necesario y sin desperdiciar. Al tenerlo presente todo el tiempo, pronto se volverá un hábito difícil de cambiar. Hay algunas acciones que poco a poco pueden hacer que suceda si se hacen diariamente.
1. Reducir el consumo al máximo
Siendo la premisa del consumo sustentable, reducir el consumo en general es la primera acción que se debe tomar. “Hacer más y mejor con menos”. Particularmente con la comida, es importante sólo consumir la necesaria y asegurarse de comprar demasiada, al punto que se pueda descomponer en la alacena o en el refrigerador.
Por otro lado, se debe pensar en esta reducción en todo lo que se compre o consuma. Ropa, cosméticos, uso de agua para lavar y bañarse—no se recomienda reducir el consumo de agua para beber—, uso de gas y electricidad, entre muchos otros.
2. Productos de bajo consumo
Parte de reducir el consumo incluye utilizar productos de bajo consumo. Sobre todo en cuanto al consumo de energía y agua, como electrodomésticos, lavadoras, lavadoras de platos, y otros productos en el hogar como focos o inodoros. La ONU plantea en el ODS 12 un ahorro de más de 120 mil millones de dólares anuales si en todo el mundo se utilizaran focos ahorradores. Si no se tiene un inodoro que utilice poca agua, se puede introducir una botella de plástico llena de agua o piedras en el tanque para utilizar menos agua (se recomienda hacer, aunque el inodoro sea de bajo consumo).
3. Reducir y separar los residuos para un fácil reciclaje
Ya que se utiliza poco y se ahorran recursos, es importante hacer pocos residuos. No todos los residuos se pueden reciclar, y muchos son muy difíciles o caros de hacer. Al separar los residuos se puede hacer una mejor revisión sobre los que se pueden reciclar o no, además de enviarlos al lugar adecuado.
En este sentido, es importante también utilizar productos alternativos que hagan que no se genere ningún residuo. Un ejemplo es utilizar un purificador de agua para no comprar agua embotellada o de garrafón, o pedir a domicilio solamente de lugares que no den cubiertos o platos desechables.
4. Cuidar de nuestras posesiones
A veces se da por sentado el período de vida de las cosas. Sin embargo, al tener consciente que todo se acaba, se desgasta, y se vuelve un desecho o residuo, es cuando se tiene la noción de cuidar al máximo las pertenencias. Mientras más se cuide la ropa, los electrónicos, incluso los electrodomésticos, lavabos, y de más cosas en casa, tardarán más en desgastarse y hacerse residuo.
5. Utilizar productos que requieran poco mantenimiento
Al igual que se cuida lo que se tiene, se recomienda buscar productos de bajo mantenimiento. Las cosas de buena calidad pueden tener algunas veces un mayor precio, pero no siempre es así, y siempre durarán más. Un tinaco con garantía de por vida, tecnología autolimpiable o autosustentable pueden hacer la diferencia.
6. Formas de movilidad menos contaminantes
La movilidad es indispensable en estos tiempos globales y es cierto que no se tienen muchas opciones. Para viajes largos se utiliza avión o automóvil y en el día a día no siempre se puede utilizar una bicicleta o caminar. Lo que sí se puede es buscar las formas de utilizar menos el auto, ya sea haciendo rondas con personas que vayan al mismo lugar, o tratar de trabajar en casa cuando sea posible. Igualmente, tratar de utilizar automóviles híbridos o eléctricos, igual lo menos posible.
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