Las fuentes de agua naturales son cada vez más complicadas de encontrar, ya sea por motivos de falta de infraestructura o maquinaria para explorar nuevos pozos y también por el hecho de que muchas de estas fuentes naturales podrían estar ya contaminadas antes de encontrarlas.
Hay que recordar que el agua es un recurso muy fácilmente contaminable, es común encontrar cuerpos de agua con basura, especialmente plásticos que se aglutinan e incluso pueden detener o desviar el cauce de un río.
En el caso particular de la contaminación por plásticos en México las cifras son igual de preocupantes que a nivel mundial, siendo este un problema generalizado en la mayoría de países.
El plástico es un derivado del petróleo y aunque es muy resistente, tarda demasiado tiempo en degradarse de manera natural, además, desde hace décadas se ha utilizado para prácticamente cualquier producto y su vida útil es demasiado corta.
Por ejemplo, solamente se necesitan unos cuantos minutos para beber el contenido de una botella de soda, después el contenedor es desechado y el plástico de esta botella puede tardar años en disolverse naturalmente.
El agua ¿De dónde se obtiene?
La CDMX es una de las ciudades más pobladas de México y el mundo, por ello el tema del agua es algo complejo pues el consumo es elevado pero las fuentes son cada vez más escazas.
Cerca del 70% del agua que se consume en esta ciudad se obtiene de pozos ubicados en las diferentes alcaldías y el resto se suministra mediante los sistemas Lerma y Cutzamala.
El río Lerma es el más largo del país con una extensión de 708 km atravesando parte de los Estados de Querétaro, Michoacán, Guanajuato, Jalisco y el Estado de México.
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En este río los plásticos y otros residuos representan un grave problema pues no permiten el libre flujo del agua generando estancamientos, estos a su vez van acumulando más basura y material orgánico que al descomponerse consume el oxígeno del agua, generando olores desagradables y bacterias que pueden poner en riesgo la salud.
Por su parte, el Cutzamala obtiene agua de varias presas ubicadas principalmente en Michoacán y el Estado de México, tiene 6 macroplantas de bombeo, 205 km de tuberías de acero y concreto de hasta 3.5 metros de diámetro, 72.5 km de canales abiertos y 44 km de túneles.
Si bien es impresionante este sistema, todo ese trabajo pierde sentido si en última instancia llega a zonas contaminadas por plásticos y materiales orgánicos estancados.
El impacto de la contaminación de los recursos hídricos también puede verse en los aspectos económicos pues según el Consejo Nacional Agropecuario los precios de diferentes productos, desde frutas, verduras y distintos tipos de carnes se ven afectados por las sequías y la contaminación del agua.
Para ahorrar agua los productores deben recurrir a diferentes técnicas de riego que en ocasiones son más costosas, adquisición de agua mediante pipas e incluso hasta la construcción de plantas potabilizadoras propias que hacen que el costo final de un producto agrícola se eleve.
Vertederos y reciclaje, una solución temporal
Ante la abrumadora cantidad de desechos que se producen diariamente, es necesario destinar zonas especiales para que estos puedan depositarse, a estos se les llama vertederos o rellenos sanitarios y en México existen unos 40 de ellos.
Lamentablemente, su operación deja mucho que desear y esto desemboca en mayores problemas, la gran mayoría de estos vertederos se encuentran a cielo abierto y también existen rellenos que operan fuera de las normas.
Expertos recomiendan que se deben realizar seguimientos científicos y controles ambientales para garantizar un buen manejo, por ejemplo, cierta cantidad de humedad es recomendable para favorecer la degradación de algunos desechos, pero esto no se aplica correctamente en los rellenos sanitarios.
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Esta falta de acción en los vertederos también desemboca en una contaminación del subsuelo que puede llegar hasta los mantos acuíferos o líneas de distribución de agua potable.
Microplásticos en los recursos hídricos
El reciclaje es una parte importante en el ciclo de la basura pues es mediante este proceso que se consigue un aprovechamiento de materiales que, de otro modo, solo terminarían desperdiciándose, en este se involucran tanto productores, consumidores y trabajadores de limpia.
Hay que recordar que México es el primer consumidor de agua embotellada a nivel mundial y esto representa varios cientos de toneladas de plástico desechado al año.
Así, este material ya ha llegado incluso a la dieta de varios animales acuáticos pues los envases que comienzan a deshacerse desprenden pequeñas partículas de plástico, denominado como microplásticos.
Estos tienen un tamaño de menos de 5 milímetros, por ello es realmente complicado erradicarlos de los causes de agua y sistemas de distribución pública de agua, este es un problema que lamentablemente va en aumento.
El “Día cero” de la escasez de agua
Investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana estiman que, de seguir la tendencia, en 2028 podría darse el escenario catastrófico de que varias zonas de México se queden sin agua, entre ellas la Ciudad de México.
Esto podría deberse a que, según los mismos investigadores, desde hace 450 años no ha cambiado la manera en la que se obtiene el agua en México y se depende demasiado de los factores meteorológicos para acumularla mediante su ciclo natural.
Así, los cambios climatológicos, escasez de lluvia, falta de mantenimiento de la red de suministro de agua potable y un alto grado de contaminación por plástico y otros desechos en varias zonas hacen que la captación y cuidado de agua sea cada vez más complicada.
Sin duda este es el peor panorama que la mala gestión y el impacto de la contaminación plástica en los recursos hídricos podría traer, gobierno, industria y ciudadanía deben trabajar conjuntamente para revertir esta problemática, antes de que sea demasiado tarde. Síguenos en Fan del Agua para conocer más noticias relacionadas con este vital recurso.
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