Los grandes culpables del problema del calentamiento global son los gases del efecto invernadero, que se encargan de elevar las temperaturas de la superficie terrestre con las devastadoras consecuencias para el medio ambiente que todos conocemos: inundaciones, sequías, extinción de especies y la destrucción de la biodiversidad. Pero, ¿conoces cuáles son los gases del efecto invernadero y cómo actúan? A continuación, nos concentraremos en explicar su acción, identificar cuáles son los más comunes y de dónde provienen. La información es poder y queremos que seas consciente de cómo ocurre el proceso del calentamiento global, para poder entenderlo y combatirlo de forma más eficiente.
¿Cómo actúan los gases del efecto invernadero?
Los invernaderos son estructuras creadas para mantener un micro-clima cálido en el que se puedan mantener vivas ciertas especies de plantas, independientemente del cambio de estación. Si alguna vez has visitado un invernadero habrás notado que la temperatura dentro de estos es bastante elevada, sobre todo si la comparas con el exterior. Esto es porque el material con el que se construye absorbe, concentra y conserva de forma muy eficiente el calor del exterior, además de aislarla de la temperatura exterior. Esto permite que aunque haya un invierno crudo en el exterior, dentro del invernadero haya una temperatura cálida y estable.
Los gases del efecto invernadero, por sus características fisico-químicas, permanecen flotando en la atmósfera y se acumulan. Estos gases tienen la propiedad de absorber la energía calorífica que transportan las radiaciones de onda larga producidas por el sol, reflejándolas en la superficie de la tierra. Podríamos afirmar que esta capa de gases acumulados actúa como los paneles de un invernadero, pues atrapan el calor del sol de forma eficiente, alterando la temperatura global.
Pero el mundo no es un invernadero donde se crían sólo un tipo de plantas, sino que requiere los cambios de temperatura para mantener el equilibrio de todos sus ecosistemas, por lo que el constante aumento de la temperatura ha causado estragos en estos procesos naturales.
El gran problema con los gases de efecto invernadero es que si bien en su mayoría se producen de forma natural en el ambiente, las grandes concentraciones producidas por la acción humana causan estragos; sobre todo porque cada uno de estos gases puede permanecer por largos periodos de tiempo en la atmósfera, mezclándose y potenciando su efecto.
¿Cuáles son los gases del efecto invernadero?
Si bien el gas de efecto invernadero más conocido es el dióxido de carbono o CO2, no es el único aunque es el más frecuente (ocupa cerca del 60%), pero hay otros tantos gases que se liberan en la atmósfera que pueden tener incluso un efecto más potente. Los más frecuentes y nocivos son:
– Metano CH4
El metano se crea cuando la materia orgánica comienza su proceso de descomposición en lugares donde no hay presencia de oxígeno, lo que produce la fermentación por acción de bacterias anaerobias. Este gas se produce de forma natural en el ambiente, por ejemplo en humedales, océanos, cultivos y por emisiones del ganado. El exceso de metano que se produce y se acumula en la atmósfera ocurre durante la producción y transporte de combustibles fósiles como el carbón, gas natural y petróleo.
– Dióxido de Carbono CO2
Este gas es el que se asocia más a la acción humana y el más abundante en la atmósfera. Se acumula durante el uso de combustibles fósiles, ya sea durante el transporte (autos, barcos y aviones) o en procesos industriales. Para que haya dióxido de carbono, tiene que haber combustión de petróleo, madera o carbón. Si bien las plantas pueden absorber este gas y procesarlo como parte de su ciclo biológico, la producción excesiva de este gas, la deforestación sostenida y las sequías causadas por el calentamiento global no permiten que hayan plantas suficientes para limpiarlo de forma eficiente.
– Óxido Nitroso N2O
Se forma gracias a la acción microbiana en el suelo y agua sobre los compuestos de nitrógeno, presentes en grandes concentraciones en sustancias como los fertilizantes agrícolas. Si bien el óxido nitroso se produce en el océano de forma natural, las concentraciones excesivas que destruyen nuestra atmósfera provienen de quemas de combustibles fósiles , el procesamiento y tratamiento de aguas residuales, además de la producción de materiales como el nylon. Nada más la producción de este bien supone el 10% del aumento de este gas. Asimismo, el uso de fertilizantes en la agricultura intensiva exagera la producción de este gas.
– Clorofluorocarbonados CFC
Estos compuestos químicos artificiales están presentes en pequeña concentraciones, pero tienen un efecto muy potente. Se utilizaron como refrigerantes en los años 30 y luego eran parte cotidiana en los aire acondicionados, aerosoles, sprays y como agentes espumantes en el jabón. Con los años se descubrió que su acción era tan fuerte y rápida, pues son capaces de absorber calor de una forma mil veces más efectiva que el dióxido de carbono. En la actualidad su uso se encuentra prohibido, de hecho, si revisas las etiquetas de los botes de aerosol, hay muchos que aún incluyen la leyenda de que no tienen CFCs.
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2 comentarios
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Hola, me resulta muy interesante todos los artículos que pude leer ya que los que había leído anteriormente no habían sido tan claros como este articulo me gusto mucho gracias por compartirlo, saludos.
Hola, muchas gracias por tu comentario.
Nos alegra que nuestra información te sea de utilidad.