Cuando caminas por la playa seguro habrás notado pequeñas partículas de desechos acumulados en la orilla. Esto representa sólo una mínima parte de la contaminación por plástico en el mar.
Millones de toneladas de residuos son arrastrados a las costas cada año. Las llamadas “islas de plástico” son una grave amenaza para la vida de miles de especies que habitan nuestros océanos y mares.
Según el informe del Banco Mundial “La contaminación marina en el Caribe: ni un minuto que perder”, tan sólo en 2015, 1.8 millones de personas murieron por algún derivado de la contaminación del agua (Landrigan 2017), al tener contacto directo de contaminantes o al haber ingerido algún producto marino contaminado por metales pesados, materiales y químicos tóxicos acumulados en especies de la cadena alimenticia (UN 2016 and MEA 2005).
Un estudio de la universidad de Dalhousie, en Canadá afirma que la contaminación de agua en el mar aumenta exponencialmente la pérdida de biodiversidad marina, al ser un ecosistema circular que provee de comida a millones de especies marinas y terrestres. De la misma forma, si no nos adaptamos a consumir productos ofrecidos localmente, el océano no tendrá la capacidad de proveer de alimento a todos los seres humanos.
Se estima que 100.000 mamíferos y 1 millón de aves marinas mueren por la contaminación plástica cada añoylos peces que llegan a nuestros platos ingieren el plástico en los océanos causando desde enfermedades estomacales, erupciones y salpullidos en la piel hasta hepatitis y enfermedades respiratorias en las personas que visitan playas contaminadas (NRDC 2014).
Sin embargo, estas estadísticas aún pueden ser reversibles. No importa qué tan cerca o lejos te encuentras de algún mar, debemos ser cada vez más conscientes de los residuos que generamos.
Pequeñas acciones diarias pueden significar un cambio notable en su conservación.
Algunas se enlistan a continuación:
- Utiliza menos plástico de un solo uso. Como alternativa, puedes comprar productos a granel, llevar tu propia bolsa para las compras y si de plano tienes que comprar algún plástico, reúsalo varias veces y asegúrate de que posteriormente sea reciclado adecuadamente.
- Compra productos del mar de manera sostenible. La extinción de muchas especies se debe a la sobredemanda y las malas prácticas de pesca. Debemos ser responsables al comprar marcas o de comercios que vendan productos marinos certificados con prácticas sostenibles, como son las granjas.
- Usa protección solar biodegradable. Es nuestra responsabilidad dejar de comprar productos que no son amigables con el medio ambiente y, de ser posible, evita meterte al mar inmediatamente después de colocarte bloqueador o bronceador solar y espera algunos minutos para que el producto se absorba en tu piel.
- Adopta políticas de control y separación de residuos. Extiende el conocimiento de separación residual en tu comunidad, más allá del camión de la basura existen grandes ventajas de mantenerla separada desde el momento en que se desecha.
- No verter aceite en los drenajes. Si no se fríen los alimentos, el aceite de cocina se puede reutilizar hasta 3 veces y al momento de desecharlo debes hacerlo en el basurero orgánico en lugar del drenaje. Así obtendrás un doble beneficio para tu cuerpo y el medio ambiente. También revisa que tus productos de limpieza traigan una etiqueta ecológica para que sea seguro echarlos por el drenaje.
- No tirar basura en las playas. Es muy egoísta pensar que alguien más se hará cargo de recoger los desechos que dejamos en las playas. Demostremos cultura de respeto ambiental y hagámonos responsables, si encuentras en tu camino alguna basura también puedes contribuir a recogerla.
- Adoptar un sistema de tratamiento de agua en tu comunidad. Pueden unirse con su vecindario para obtener una planta de tratamiento de agua que por medio de un sistema anaerobio eliminan las impurezas y materia orgánica del agua para su reutilización.
- Apoya organizaciones que trabajan a favor de los océanos. Hay muchas organizaciones que trabajan para proteger los hábitats marinos; puedes apoyar a estas instituciones con voluntariado, apoyo económico o promoción.
- No compres productos que afectan la vida marina. Evita la compra de productos que dañan el ecosistema marino, tales como joyería de coral o de conchas o accesorios hechos a partir de las tortugas de carey o de tiburón. Una buena manera de no contaminar el mar es evitar la compra de productos que provienen de él y preguntar siempre antes de dónde proviene el producto que vas a comprar.
- Reduce las emisiones de CO2 y consumo de energía. Los efectos del cambio climático en los océanos se pueden reducir si se disminuyen las emisiones de CO2 con pequeñas acciones como dejar de utilizar el automóvil o reducir su uso, cambiar a bombillas compactas de luz fluorescente, apagar la luz, etc.
Aunque pudieran parecer acciones aisladas, recordemos que todo está conectado y para reducir la contaminación por plástico en el mar, es importante revisar todas nuestras acciones.
Es de vital importancia que trabajemos en conjunto para que estos cambios se empiecen a notar en un menor tiempo. En nuestras manos está evitar que para 2030 desaparezcan el 60% de especies marinas. Protejamos la biodiversidad que existe en el interior de los mares evitando contribuir a la contaminación de plásticos y demás residuos en el mar. Gracias por leer y comparte este artículo para que llegue a más gente.
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